Jon Rahm juega desde este jueves el BMW PGA Championship de Wentworth. Será su estreno en el torneo franquicia del European Tour, la versión del THE PLAYERS Championship a este lado del Atlántico.
Tenía ganas el golfista de Barrika de aparecer en esta cita. El cambio de fecha ha sido clave para poder hacer realidad este deseo. En mayo, con tanto compromiso en Estados Unidos, resultaba imposible encajar este torneo, pero ahora en septiembre hay un margen de maniobra mucho mayor.
La semana está cargada de alicientes de todo tipo. Como decimos es el torneo del European Tour más importante, el Grande del Circuito Europeo. Con esto ya estaría casi todo dicho, pero hay mucho más. Pertenece también a la saga de las Rolex Series, los lucrativos y prestigiosos torneos donde Rahm es el auténtico e indiscutible rey. Es el único que ha ganado tres de ellos (dos en Irlanda y la Final de Dubai). No podía encontrar Rolex un embajador más adecuado.
Otro aliciente es la Ryder Cup. Precisamente esta semana arranca la carrera para clasificarse para la próxima edición, que se disputará en Whistling Straits en 2020. Ni que decir tiene que la Ryder es un objetivo que Jon tiene metido entre ceja y ceja y confía en darle un buen empujón en este final de año donde jugará más en Europa.
Y por si fuera poco, la semana tiene el aliciente de jugarse en Wentworth, uno de los escenarios fetiche (quizá el mayor) de Seve Ballesteros, el gran ídolo de Jon. “No lo pude ver nunca en directo en plenitud porque no había nacido, pero sí he visto un montón de vídeos de él por Internet y sé la buena historia que tiene aquí. Ojalá pueda unir mi nombre a la ilustre lista de ganadores de este torneo”.