Y por fin llegó la semana del Open. Jon Rahm se encuentra en Kent, Inglaterra para disputar el cuarto y último Major del año al que llega como número dos del mundo y tras una gran actuación en el Open de Escocia, firmando de nuevo otro top 10 en un evento de la Rolex Series.
El jugador de Barrika vuelve al escenario dónde empezó todo ya que fue precisamente en Royal St George’s dónde Rahm tuvo su primer encuentro con un links. Fue allá por 2009 cuando disputó el British Boys cayendo eliminado en octavos de final y siendo el mejor español del certamen. El recuerdo es muy bueno y las sensaciones muy positivas a escasas horas de salir por primera vez a competir un Major con la tranquilidad que otorga saber que ya tiene uno en su haber.
Rahm persigue el ambicioso reto de ser uno de los pocos golfistas en ganar en un mismo año el US Open y el Abierto Británico. Es consciente de que se encuentra en un escenario que le va a exigir al máximo y le va a obligar a adaptarse a sus condiciones si quiere adjudicarse la Jarra de Clarete. Con eso interiorizado y con el constante recuerdo de Seve en la retina, como no puede ser de otra manera al tratarse de un Open, Jon se muestra convencido de que puede ser una semana especial. Ojalá así sea.