Jon Rahm ha finalizado el Waste Management Phoenix Open en el puesto decimotercero tras presentar cuatro tarjetas de 68, 69, 66 y 68 golpes.
Un vistazo rápido a los resultados de cada día es más que suficiente para entender que ha sido otra semana sólida y consistente para el golfista de Barrika. Sólo le faltó un punto más de brillantez en los greenes para poder plantarse en los últimos nueve hoyos del torneo con opciones de victoria.
El juego largo de Jon ha vuelto a mostrarse como uno de los mejores. Ha sido cuarto en los golpes ganados al resto de jugadores de tee a green. Con algún altibajo ha estado una semana más muy fiable desde el tee de salida y especialmente acertado en los golpes a bandera. Rahm se está amoldando cada día mejor a los hierros y esta semana ha sido una buena prueba.
Realmente, de tee a green ha jugado para estar metido en la pelea por la victoria, pero aún le está costando sentirse igual de a gusto en los greenes que con el resto de su golf. No se puede decir que esté pateando mal, pero en el TPC Scottsdale de Phoenix esta semana le ha faltado meter alguno más largo, sobre todo desde esas distancias que van de los tres a los seis metros.
Los datos son muy reveladores. Rahm ha conseguido esta semana un total de 18 birdies en el recorrido de Arizona, de los cuales más de la mitad, un total de diez, han sido pateando primero para eagle, ya fuera en green o en el antegreen. Más de la mitad… Otros cinco han sido embocando putts de entre uno y dos metros y medio y apenas tres han sido metiendo desde más de tres metros. Tres putts de más de tres metros en cuatro días es un bagaje demasiado exiguo para poder pelear por las victorias.
La lectura positiva es que sin estar brillante con el putt ha conseguido sumar otro gran resultado. Jon encadena ya once top 25 consecutivos, de los cuales diez han sido top 17. No falla un corte desde el primer torneo después del confinamiento del año pasado. De granito.