Jon Rahm finalizó el RBC Heritage en el puesto 33º, lejos de las posiciones habituales en las que suele moverse el jugador de Barrika aunque con un montón de cosas positivas que analizar pensando en el futuro.
Para empezar dio un paso adelante importante al pasar el corte después de una ronda inicial difícil de digerir. Tenía la situación bajo control, se estaba acercando a los puestos cabeceros y un doble bogey en el 14, tras mandar la bola al agua –ni siquiera fue un golpe muy malo-, lo dejó descolocado. Terminó al par, lejos de los líderes y del corte.
Sin embargo, a partir de ahí desplegó un juego mucho más sólido y empezó a sentirse más cómodo en los greenes. Reaccionó de fábula. Pasó el corte y se metió en el torneo y en el fin de semana siguió jugando muy bien. Sólo pequeños detalles, como algún putt de más que se escapó, le impidió realmente estar aún más arriba en la clasificación y cerca de la pelea por la victoria.
Sea como fuere, el balance es positivo. Jon siente que está creciendo y así se lo hizo saber a Adam, su caddie, a la finalización del torneo. «Fallamos el corte en el Charles Schwab, ahora hemos jugado mejor y en el Travelers vamos a ir a por todas».
Rahm juega esta semana en el TPC River Highlands de Connecticut, un torneo que le trae muy buenos recuerdos, ya que le concedió dos invitaciones, una cuando todavía era amateur y otra nada más pasarse a profesional. Le gusta el campo y está convencido de que puede hacer un buen resultado.