Jon Rahm volvió a pelear por la victoria hasta el último aliento en el PGA Tour. Concretamente, en el DEAN&DELUCA Invitational, torneo celebrado en el mítico campo de Colonial Country Club, en Dallas (TEXAS).
Rahm llegó con opciones de forzar el desempate ante Kevin Kisner en el hoyo 18. De hecho, tuvo un putt de birdie de algo más de tres metros para haber jugado el playoff. La bola, muy esquiva durante todo el día en los greenes, no quiso entrar y finalmente acabó en una espléndida segunda posición, empatado con Jordan Spieth y Sean O’Hair.
Rahm rubricó una magnífica actuación en un escenario que le traía muy buenos recuerdos. Aquí fue donde los dos últimos años había recibido el premio Ben Hogan al mejor jugador universitario. Ahora llegaba ya como profesional y para jugar, y desde luego no ha defraudado en absoluto. Al revés.
Jon fue el jugador que más apretó a Kevin Kisner en los hoyos finales, y eso que iban jugando juntos. Fue un duelo apasionante y muy equilibrado, que se decidió en su conjunto por el mayor acierto ayer de Kisner en los greenes. Rahm bordó el golf de tee a green y se dejó innumerables opciones de birdie de entre tres y siete metros, pero el putt no llegó nunca a entrar en combustión. De haberlo hecho, hay pocas dudas de que el trofeo y la chaqueta del Colonial habría sido suya.
Jon hizo cuatro vueltas de 66, 69, 70 y 66, un prodigio de regularidad y consistencia. No perdió ninguna batalla contra el duro campo de Ben Hogan, algo de lo que sólo pueden presumir cinco jugadores. Comenzó el torneo muy bien, jugando con Sergio García y Si Woo Kim. Se metió arriba en la clasificación desde el principio y supo sufrir cuando tocó por el complicado viento que sopló, especialmente el viernes y el sábado.
Salió con opciones el domingo, que era el objetivo principal de la semana, como siempre, y fue a muerte a conseguir la victoria en los últimos 18. Pegó algunos golpes sublimes, como en el hoyo 17, tapado por un árbol en la calle. Conectó un golpazo con un efecto endiablado de izquierda a derecha que dejó a metro y medio del hoyo. Hizo el birdie.
Finalmente, Jon no pudo ganar, pero no puede reprocharse nada en el intento. Sus números siguen siendo extraordinarios y, sobre todo, ha demostrado a las primeras de cambio que la tercera vuelta en el THE PLAYERS fue un accidente.
En los once torneos que llevamos en 2017, Jon acumula un triunfo y nada menos que seis top 5. Más de la mitad de las veces ha estado con opciones claras de ganar el torneo. Solidez a prueba de bombas. Se mantiene en la cuarta posición en la clasificación de la FedEx Cup.
La próxima cita de Jon tendrá lugar esta misma semana en el Memorial Tournament, el torneo de otro de los mitos de la historia del golf: Jack Nicklaus. Se juega en el Muirfield Village de Dublin.