El PGA Tour vuelve esta semana a la competición después de más de tres meses de parón obligado por el coronavirus. Obviamente, es una situación nueva para todos, ya que nadie de esta generación había atravesado antes por una pandemia tan grave y global como la del COVID-19, pero además, en el caso de Jon, se añade que nunca ha estado tanto tiempo sin competir desde que se hizo profesional en 2016.
Su rendimiento esta semana en el Charles Schwab Challenge de Colonial es, por tanto, una auténtica incógnita. El paréntesis competitivo más largo que ha tenido Rahm ha sido de siete semanas, después del cual, por cierto, ganó en el DP World Tour Championship de Dubai para proclamarse campeón de la Race to Dubai del European Tour. Es decir, los precedentes apuntan a que los descansos no le sientan precisamente mal.
Jon regresa a un escenario donde se encuentra a gusto. El recorrido de Colonial le seduce y siempre ha manifestado que el Charles Schwab Challenge es uno de sus torneos preferidos. Veremos cómo se adapta a la nueva situación, ya que recordemos que el torneo se juega entre unas medidas severas tanto de seguridad como sanitarias. Además, es a puerta cerrada, algo que también tendrá su influencia. La conexión de Jon con el público suele ser muy buena.
Una semana más, Rahm tendrá la posibilidad de colocarse como Número 1 del mundo. Es el único que puede desbancar a Rory McIlroy del primer puesto del escalafón. Para ello necesita ganar el torneo y que Rory acabe peor que cuarto empatado con otro jugador.