Jon Rahm disputa desde este jueves el THE PLAYERS Championship, el torneo regular más importante del PGA Tour, su bandera, el llamado ‘Quinto Grande’.

Se juega en el Stadium Course del TPC Sawgrass, sede a su vez de las oficinas centrales del circuito americano. Es la gran fiesta del PGA Tour y es la tercera vez que Rahm recibe ‘invitación’.

Su paso por este torneo los dos años anteriores ofrece luces y sombras, aunque el resultado final empuja más a la frustración y rabia que a la alegría. Tanto en 2017 como en 2018 arrancó de manera magistral, con sendas vueltas de 68 golpes, un resultado sensacional en el exigente recorrido de Pete Dye, donde no es nada fácil bajar de 70 golpes.

Sin embargo, el fin de semana le ha sido esquivo cada vez, en especial la tercera jornada. En su primera participación hizo 82 golpes y el año pasado escapó con 78. Hasta ese momento, en ambas ocasiones estaba metido en la pelea por el torneo. Quizá por ello, hay que decir que Jon le tiene ganas a este torneo.

El jugador de Barrika no oculta que le gusta mucho el campo, se adapta a su forma de entender el juego y considera que el cambio de fecha le puede venir bien. Por primera vez desde 2007 se juega en marzo en lugar de mayo. “Hará más frío y el campo estará más húmedo, blando y largo. Creo que eso me podría venir bien”, asegura el golfista vasco.

Por si le faltaban alicientes, Jon jugará las dos primeras rondas con Sergio García y Dustin Johnson, Número 1 del mundo. Preparado para una semana muy especial.

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