El próximo viernes se cumplirá justo un año desde que Jon Rahm debutó en el European Tour. Lo hizo en el Open de Francia con una espléndida décima posición.
No hay mejor manera de celebrar tan sonado aniversario que volviendo a París, y mucho más si tenemos en cuenta que será el escenario de la Ryder Cup el próximo mes de septiembre.
No hace falta enumerar todo lo que ha conseguido Jon este año para tener muy claro que ha sido espectacular. Es muy difícil pedir más. Ha ganado tres torneos del Circuito Europeo, el Open de Irlanda, la Final de Dubai y el Open de España, y además peleó por ganar el orden de mérito hasta el último torneo.
Por si fuera poco, lo que hace justo un año era prácticamente un sueño, jugar la Ryder, es casi ya una realidad a tres meses de la gran cita. Jon tiene pie y medio en el equipo y sólo necesita rematar la faena. Qué mejor escenario para dejarlo resuelto que el campo donde se jugará la Ryder, Le Golf National.
Rahm inicia en Francia una intensa gira europea que incluye también el Open de Irlanda, donde defiende el título, y el Open Championship en Carnoustie. Un mes de vértigo donde conseguir cosas muy bonitas.
Jon llega a Francia con el juego en perfecto estado de revista. Se encuentra bien y ya ha dejado atrás el US Open, donde no pasó el corte. De hecho, ha pasado página y ha aprendido de lo que ocurrió en Shinnecock Hills. “Tengo claro que no volveré a jugar un torneo de golf intentando ser quien no soy. En el US Open jugué pensando sólo en tener una buena actitud para los demás, por lo que ocurrió el año pasado, y está claro que cuando hago eso no me va bien. Fui demasiado conservador. Aquí vamos a ver al Jon de siempre: voy a salir a ganar desde el tee del hoyo 1”, señaló.