Jon Rahm ha ganado. Ha vuelto a ganar. Sí. Otra vez en Irlanda. Dos veces en tres años. De nuevo ante ese público que lo adora y que hoy también lo ha llevado en volandas para rubricar un domingo excepcional.
El jugador de Barrika ha entregado una tarjeta fabulosa de 62 golpes en la última ronda del DDF Irish Open y se ha llevado el triunfo. Se despliegue en el Old Course del Lahinch Golf Club, en el condado de Clare, ha sido de época.
La sabia afición irlandesa se frotaba los ojos y se amontonaba en el partido de Jon porque era consciente de que estaban asistiendo a algo especial. Jon arrancó a cinco golpes del liderato y acabó ganando con dos de ventaja tras una ronda en la que firmó nueve birdies y un bogey. Monumental.
La jornada dominical tuvo tres momentos claves. El primero fue en el hoyo 12. Jon conectaba un segundo golpe prodigioso, la ponía en green y metía un putt de eagle de más de diez metros para colocarse a un golpe del que por entonces mandaba en la clasificación, Rafa Cabrera Bello.
El segundo momento llegó en el hoyo 15. Su salida se marchó al rough y tenía un tiro peliaguado a green. Este hoyo, además, es uno de los más difíciles del campo. Jon se la tenía que jugar. Y se la jugó. Poderoso. Estratosférico. Un misil fantástico que acabó aterrizando a un metro del hoyo para dejarse el birdie dado. Ahí tomaba el liderato.
El tercer momento crucial fue en el hoyo 17, cuando. La vuelta tocaba a su fin. Faltaba aún la traca final. Hacía birdie y mandaba un mensaje muy claro al resto. El torneo era de Jon Rahm. Con su determinación y decisión. Con su valentía. Apoyado en un juego soberbio y un putt sublime.
Rahm se vuelve a coronar en Irlanda. Es su cuarta victoria en el European Tour, la tercera en un Rolex Series. Nadie ha ganado tantas veces en los millonarios torneos del Circuito Europeo. Además, se ha convertido, con sólo 24 años, en el europeo más joven en llegar a las cuatro victorias en el Tour en los últimos 40 años. Números de época. De leyenda. Cuando apenas está empezando su carrera.
Además, con este triunfo se coloca primero en la Race to Dubai y se mete de nuevo en el top ten del ranking mundial. Ahora toca semana de descanso. Jon estará en Londres, cumpliendo con algunos compromisos publicitarios y, de paso, visitando la ciudad y Wimbledon. A la semana siguiente toca el último Grande de la temporada y hay que recargar las pilas. Es el Open Championship. Por cierto, también en Irlanda…