Jon Rahm se quedó a las puertas del top ten en el Open Championship de Royal Portrush y, realmente, no pudo darse una oportunidad de pelear por la victoria el domingo.
Un doble bogey incial y, sobre todo, un brillantísimo Shane Lowry, que se coronó campeón sin dar ninguna opción a los demás, lo impidieron.
En cualquier caso, la semana para Jon ha sido muy positiva. Ha firmado tres vueltas bajo par en un links muy exigente y sólo perdió la batalla el domingo frente a unas condiciones extremas en las que, sin batir al campo, supo aguantar muy bien. De hecho, el propio Jon reconoció que nunca había jugado en un día tan difícil por el viento y la lluvia.
Así las cosas, su undécimo puesto en el Open es un paso adelante, ya que es su mejor resultado en el British y demuestra que está preparado para cotas mayores. Su balance este año en los Grandes es muy bueno. Al margen del corte fallado en el PGA Championship de Bethpage, Jon ha sido noveno en el Masters, tercero en el US Open y undécimo en el Open. En sus ocho últimos ‘Majors’ ha hecho cuatro top ten y cinco puestos entres lo once mejores.