La capacidad de aprendizaje de Jon Rahm se debería poder clonar y llevarla a las academias de golf, ya que es un baluarte extraordinario para intentar llegar y mantenerse en la élite.
La última demostración ha sido en la previa del THE PLAYERS Championship, torneo que regresa al calendario en 2021 después de ser cancelado el año pasado por la irrupción brutal de la pandemia de coronavirus. Como recordarán, el torneo llegó a empezar en 2020, pero se suspendió tras la primera jornada. Aquellos 18 hoyos fueron lo último que se jugó en el PGA Tour antes del confinamiento de tres meses.
Rahm asegura que todavía hoy sigue sacando enseñanzas de lo que ocurrió en la última ronda de 2019. El jugador de Barrika salió como líder en solitario del torneo, no tuvo una buena jornada de golf y terminó cediendo muchos puestos con una vuelta final de 76 golpes. Aquello fue un varapalo, pero sirvió para aprender cosas de su rendimiento en momentos de máxima presión que le ha hecho crecer como jugador.
Jon le tiene ganas a esta cita, pues además tiene claro que el campo se adapta bien a su manera de entender el juego, especialmente por la solidez de su golf de tee a green, una clave fundamental en el TPC Sawgrass de Florida, escenario del torneo. Llega en un buen momento de forma aunque le está costando cuadrar cuatro buenas semanas para pelear por las victorias en los últimos nueve hoyos de los torneos. Aún así las sensaciones son muy buenas.