Un buen día allá por 2017 Jon Rahm fue a entrenar a Riviera Country Club y se produjo un amor a primera vista. El golfista de Barrika conectó de manera inmediata con uno de los recorridos más clásicos y míticos del PGA Tour.
Un campo de cine, tanto literal como en sentido figurado. Hollywood y sus estrellas se han movido a su antojo por sus calles tanto delante como detrás de las cámaras y siempre ofrece un espectáculo deportivo de primer nivel.
El Genesis Invitational, torneo donde Tiger Woods ejerce de anfitrión, es una de las plazas que Jon Rahm aspira a conquistar en alguna ocasión. Son victorias que imprimen carácter. No en vano, Riviera le ha negado el triunfo a las dos máximas estrellas de la historia del golf. Ni Jack Nicklaus ni Tiger Woods han conseguido ganar aquí.
Rahm llega al Genesis después de un inicio de 2021 muy prometedor. Arrancó con un séptimo puesto en el Sentry Tournament, repitió posición en el Farmers Insurance Open y acabó en la decimotercera posición en el Waste Management Phoenix Open. Buenas vibraciones y magnífica secuencia antes de viajar a Los Ángeles.
Jon sigue adaptándose al nuevo material y esta semana tendrá una nueva oportunidad de demostrarlo. Su juego largo mantiene las mismas constantes vitales de antaño, pero sí es cierto que aún le falta un poco más de finura en el juego corto.
En el Genesis se van a dar cita una buena parte de los mejores jugadores del mundo. Prácticamente no falta nadie. Una magnífica piedra de toque antes del primer Campeonato del Mundo del año.