Los aficionados se amontonan a su paso parta pedirle un autógrafo, hacerse una foto, chocar la mano o, simplemente, darle las gracias. Jon Rahm es uno de los suyos. Es un ídolo en México. Y es que la conexión entre el país azteca y el golfista de Barrika es enorme.
Este jueves arranca el WGC México Championship, el primer Campeonato del Mundo de la temporada. Se juega en el Club de Golf Chapultepec. Fue en México, precisamente, donde Rahm jugó el primer torneo de su carrera en el PGA Tour. Sucedió en 2014, a muchos kilómetros de aquí, en Cancún. Jon acababa de cumplir 20 años y disputó el OHL Classic de Mayakoba. Se quedó a un solo golpe de jugar el fin de semana.
Su idilio con México se repite también en esta serie de torneo de los Campeonatos del Mundo. Su debut en este escalafón se produjo precisamente en Chapultepec, en 2017. Jon jugó aquí su primer WGC y acabó en tercera posición, luchando hasta el final por la victoria ante un Dustin Johnson que por aquel entonces era Número 1 del mundo.
Como ven, el vínculo es muy especial. El año pasado Jon realizó una importante donación para ayudar a las víctimas del terrible terremoto que vivió México unos días antes del torneo y este año ya se ha comprometido a hacer algo en caso de victoria. El cariño es mutuo.
El torneo comienza este jueves y Jon aspira, como siempre, a la victoria. Su trayectoria en los últimos meses es muy buena. Ha encadenado siete top ten consecutivos, incluida su victoria en el Hero World Challenge de Bahamas. Se encuentra a gusto con todas las parcelas del juego, a excepción de los hierros medios, donde entiende que aún puede dar más de sí. No las está dejando tan cerca como querría, pero sí ha encontrado la manera de sacar resultado y evitar los problemas.
España nunca ha ganado un Campeonato del Mundo y Rahm aspira a romper con esa maldición este mismo año. Desde luego, de lo que no hay duda, es de que va a poner todo de su parte. El jueves y el viernes juega con Rickie Fowler y Patrick Reed.