Tras unas semanas atípicas por el positivo por coronavirus que le impidió defender con éxito su título en The Memorial Tournament, Jon Rahm vuelve para jugar el tercer major del año en uno de sus campos favoritos y que mejor se adaptan a sus condiciones de juego.
Fue precisamente en Torrey Pines (South Course) dónde Jon consiguió su primera victoria en el PGA Tour al ganar el Farmers Insurance Open en 2017. Esta semana vuelve al mismo campo, pero para competir por un desafío mayor, por todo un US Open al que llega como uno de los grandes favoritos para la mayoría de los expertos del golf.
A pesar de no haber podido preparar el certamen como le hubiese gustado debido al aislamiento al que tuvo que someterse tras su positivo, Jon Rahm asegura llegar en un gran momento de forma. Su juego de tee a green es óptimo y su adaptación al nuevo putt está siendo bastante positiva sintiéndose “cada vez más cómodo y con más confianza”, tal y como aseguraba el propio Jon en la rueda de prensa previa al inicio del torneo.
Se trata del sexto US Open que disputa Rahm desde que lo jugará por primera vez en 2016 siendo todavía amateur y el vigésimo grande de su carrera. Su mejor resultado en este torneo fue en 2019 cuando consiguió una meritoria tercera plaza en Pebble Beach, terminando a seis golpes del estadounidense Gary Woodland.
Esta vez Rahm llega en un excelente estado de forma, con más experiencia y sin obviar el hecho de que jugará en el campo dónde todo empezó allá por 2017. Hay razones para ser optimista y soñar a lo grande con la primera victoria española en un US Open de la mano de Jon.