Oakmont Country Club. Kilómetro cero de una nueva aventura. US Open Championship. Palabras mayores. Jon Rahm afrontará desde este jueves el primer grande de su carrera deportiva, el torneo que marcará un punto de inflexión en su vida.
Atrás quedan años de gloria amateur, cuatro cursos espléndidos en Arizona State, once títulos, muchos premios, reconocimientos, distinciones, halagos… y sobre todo trabajo. Mucho trabajo.
Rahm jugará el US Open como Número 1 del mundo, después de conquistar lo más grande que se puede conquistar en el golf universitario americano. Después de ser campeón del mundo batiendo el récord de Jack Nicklaus. Después de haberlo ganado todo en España. Después de haber deslumbrado en sus primeras incursiones en el PGA Tour. Después, en definitiva, de haber completado una sensacional evolución tanto deportiva como personal.
Habrá nervios, qué duda cabe, pero también confianza. Veremos quién gana la partida. Rahm sabe que llega bien preparado, aunque la Bestia, como se conoce a Oakmont, es mucha Bestia, y puede pasar factura a cualquiera. Jon jugará el US Open con una seguridad prudente, dispuesto sobre todo a disfrutar cada minuto de una experiencia que debe ser inolvidable, con su familia y amigos al otro lado de las cuerdas, aprendiendo y demostrando que todo lo que ha conseguido no es fruto de la casualidad, sino de horas y horas de ‘oficina’.
Este jueves comienza una nueva aventura. Es el cambio de ciclo, la bisagra. Rahm se hace mayor y no hay mejor escenario posible que un grande con el US Open, un torneo que separa el grano de la paja, un torneo para hombres.