En una época donde cada semana se encuentra con un torneo nuevo, un campo nuevo y una situación diferente, Jon Rahm puede presumir esta vez de afrontar una experiencia que, aún siendo muy difícil, al menos tiene la ventaja de conocerla bien.
Rahm comienza este jueves su participación en el US Open Championship. Será el segundo de su carrera, el primero como profesional, después de su excepcional debut el año pasado en Oakmont, donde acabó en el top 25 mostrando ese golf sin complejos tan suyo.
Esta semana tratará de hacer lo mismo en Erin Hills. Su plan de juego no tiene demasiados misterios. Seguir a rajatabla el plan de juego, valga la redundancia, y confiar en su golf. Tan fácil de decir y poner sobre la mesa, como difícil de hacer.
Erin Hills se estrena en un US Open y su respuesta será una incógnita. Es un campo donde lo más importante es cazar la calle y cuanto más largo mejor, ya que tiene muchos metros y un rough diabólico. Es decir, a priori, tiene unas características que favorecen al fabuloso juego largo de Rahm.
Jon ha tenido una semana ocupada, como no podía a ser de otra manera en un major, pero bastante tranquila. Se lo ha tomado con calma. Ha jugado cada día nueve hoyos y asegura llegar fresco y muy preparado al desafío del US Open. “Me encuentro muy bien, contento y con mucha energía positiva. Me concentro en lo que me gusta de este campo. A ver si metemos el drive en calle y podemos tener una buena semana”, asegura apenas unas horas antes de comenzar el torneo.
Rahm saldrá a jugar el jueves en uno de los primeros partidos del día. Concretamente, jugará con Hideki Matsuyama y Rickie Fowler a partir de las 7.51, hora local, 14.51 en la España peninsular.