Jon Rahm ya tiene la foto. De pie, orgulloso, feliz, ganador, junto a Tiger Woods y con un trofeo de campeón entre medias. Es otro sueño hecho realidad. Otra tarea tachada de la lista. Con su ídolo, con el jugador que cada día lo arrastraba al campo de golf a entrenar, a mejorar, a parecerse por qué no algún día a él.

Rahm conquistó este domingo el Hero World Challenge con una actuación memorable. El torneo de Tiger Woods se convierte en la sexta victoria de Jon como profesional. Fue una actuación imperial. Arrancó el jueves a medio gas, rozó la perfección el viernes y se colocó arriba, tomó el liderato el sábado y remató la faena el domingo con una vuelta antológica. Entregó tarjetas de 70, 63, 69 y 65 golpes para imponerse con un total de -20 y cuatro impactos de ventaja sobre Tony Finau. Demoledor.

Es la tercera victoria de Rahm en 2018. Se une al CareerBuilder, el segundo torneo que jugó este año, y al Open de España. Además, por supuesto, no hay que olvidar el triunfo en la Ryder Cup, con esa victoria para el recuerdo en los individuales ante Tiger Woods. Dos años completos como profesional ha cumplido Rahm y ha logrado tres victorias cada uno.

Hay que destacar especialmente la facilidad que demuestra Jon para estar en forma los doce meses del año. Ganó en enero, en abril, en septiembre y en diciembre. Es sencillamente espectacular. Curiosamente, como ya ocurriera el año pasado, el de Barrika gana el último torneo del año. En 2017 fue el DP World Tour Championship de Dubai y en esta ocasión fue el torneo de Tiger.

La actuación de Jon este domingo fue soberbia. Trazó un plan y lo cumplió a rajatable, rebosante de concentración y determinación. Su objetivo fue hacer birdie en los cinco pares 5 y en los dos pares 4 cortos y así fue. Como si fuera fácil. Siete bajo par sin fallo, sin estridencias, jugando como un reloj de tee a green, dando una exhibición extraordinaria de juego largo. Ni siquiera necesitó meter putts largos. No le hizo falta. Su demostración fue de tal calibre que Tony Finau y Henrik Stenson tuvieron que claudicar. Jon lo puso imposible para cualquiera.

Rahm despide el año a lo grande. Un año marcado por su relación con Tiger Woods. Un año muy emocionante. Donde ha pasado de todo en lo personal y ha seguido jugando bien, ganando torneos, logrando grandes victorias. En definitiva, superándose a sí mismo y subiendo el listón cada semana. Con este triunfo en el Hero se coloca sexto en el ránking mundial, justo antes de tomarse unas merecidas vacaciones. Toca volver a casa, con la familia y los amigos. El siguiente reto será el mundial de canasta en Barrika. De momento, el torneo de campeones de Hawái de enero puede esperar…

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