Estamos de acuerdo, el Fort Worth Invitational no es un grande, ni siquiera un campeonato del mundo o un playoff de la FedEx Cup, pero eso no quita para que sea una cita muy especial para Jon Rahm. Es una semana marcada en rojo.

Se juega en el Colonial Country Club de Texas, un escenario que acompañará a Jon durante toda su carrera y que dejó una huella muy profunda en su etapa amateur. Y es que precisamente allí, en los prolegómenos de este torneo del PGA Tour, se celebraba la elección del Ben Hogan Award, una de las máximas distinciones que podía recibir un golfista aficionado. Jon ha sido hasta la fecha el único jugador en la historia que lo ha ganado en dos ocasiones.

Las buena vibraciones se mantuvieron cuando se hizo profesional. No en vano, el año pasado en su primera participación en el torneo, cuando se llamaba Dean and Deluca, el golfista de Barrika acabó en segunda posición, a un putt de tres metros en el hoyo 18 de forzar el playoff frente a Kevin Kisner. Además, al lunes siguiente se metió por primera vez en su carrera en el top 10 mundial, hace justo un año.

Con estos precedentes, no hay que ser demasiado sagaz para saber que estamos ante una semana distinta para Rahm, una de esas en las que quiere ganar de manera más intensa. El campo, además, le gusta. Hay que mover bien la bola desde el tee, jugar a colocar, pegar sólido y estar en el sitio, una de las señas de identidad del golf de Jon.

Rahm jugará en el turno de mañana el jueves y por la tarde el viernes. Lo hará en uno de los partidos estelares del día, junto a Rickie Fowler y Bryson DeChambeau, un golfista con el que ha coincidido mucho en su etapa amateur.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies.

ACEPTAR
Aviso de cookies