Fue en México la primera vez que Jon Rahm jugó un torneo del PGA Tour, concretamente sucedió en el OHL Classic de Mayakoba en 2014 cuando aún era amateur. También fue en México la primera vez que Jon apareció en un World Golf Championship. Esto ocurrió el año pasado, en el club de Golf Chapultepec. Del mismo modo, aquella fue la primera semana en la que peleó cara a cara un domingo por la victoria con los mejores golfistas del mundo.

Es inevitable por tanto que Rahm sienta una vinculación muy especial por México. Allí le han pasado muchas cosas y la gran mayoría muy buenas. Por todo ello, el golfista de Barrika no ha querido dejar pasar la oportunidad para devolver a aquel país y a su gente algo de lo que tanto ha recibido. Esta semana ha decidido donar a la Cruz Roja Mexicana mil euros por cada birdie que consiga y tres mil por cada eagle. El objetivo del dinero es paliar el daño sufrido por las víctimas de los recientes terremotos de México.

La iniciativa de Jon ha sido acogida con entusiasmo por los mexicanos y por todos los que le rodean. De hecho, uno de sus principales patrocinadores, Isagenix, se ha comprometido a donar la misma cifra que alcance Rahm cuando termine el torneo.

El WGC México Championship arrancó ayer y el primer balance es muy positivo. Rahm comenzó con una vuelta de 67 golpes y se ha colocado en la séptima posición, metido de lleno en el top ten del torneo. Consiguió seis birdies en los primeros 18 hoyos, tres de ellos en sus cuatro hoyos iniciales. Así las cosas, ya ha recaudado 6.000 dólares, doce mil si sumamos los de Isagenix.

Rahm se encuentra muy a gusto en el campo de Chapultepec. Es un diseño creado para el riesgo-recompensa, algo que fascina al golfista español. “Puedes arriesgar con el driver, acortando por las esquinas, y encuentras buenas ventajas. Me encanta esto”, aseguraba ayer tras la primera ronda.

Hay que recordar que Jon está jugando las dos primeras rondas con Dustin Johnson, Número 1 del mundo, y Justin Thomas, Número 3. En este sentido, destacar que vuelve a tener una oportunidad, aunque remota, de salir de México como primero del mundo. Para ello, eso sí, sólo le vale ganar.

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